En este mes de las madres (mayo) queremos celebrar a la reina del hogar, a ese ángel que bajó del cielo y que protege a cada uno de los seres que ama. A este ser maravilloso a la que se la conoce por su nombre de pila, otros en cambio prefieren llamarla… ¡MAMÁ!
Y en esta oportunidad les contaremos un poco sobre dos presentadoras de televisión: Mónica Carriel y Úrsula Strenge; a quienes sus seguidores las conocen por lo que ven en pantalla y en las redes sociales, pero aquí les mostraremos su alma.
La primera, es dueña de un carácter fuerte, humor ácido y de una personalidad arrolladora, de aquellas que si no estás bien preparado, te deja como un niño en pañales, y si a esto se le suma su gran potencial intelectual, carisma y experiencia periodística, afirmaríamos sin temor a equivocarnos, que estamos frente a un vendaval del periodismo. La segunda, es el otro lado de la moneda en cuanto a carácter se refiere. Ella es una mujer dulce, serena, que con su sonrisa y su ahínco, ha logrado posicionarse no sólo en la pantalla chica sino en el corazón de los ecuatorianos.
Ambas mujeres, logran superar las expectativas en todos los sentidos. Son triunfadoras, trabajadoras, hermosas, cultas, simpáticas y madres. Éste último ‘pequeño, gran detalle’, es el que las diferencias del resto de la humanidad, pues ellas tienen el don y el privilegio de traer vida a esta vida y la fiereza para luchar con uñas y dientes contra quien sea para defender a sus hijos y a quienes aman.
Mónica Carriel: “Yo no tengo esa cosa llamada diplomacia”
“Cuando yo tengo que decir la verdad, la digo sin disfrazarla, porque no tengo esa cosa llamada diplomacia”. Foto: Wladimir Torres.Polémica, controversial, gritona, enérgica, luchadora y sobre todo profesional, así es la expresentadora del programa En contacto, Mónica Carriel, quien se ha desempeñado como reportera, editora, conductora, productora, directora de contenidos del programa PluriTV, y profesora en Lexa Chantal Fontaine (Instituto Latinoamericano de Expresiones Artísticas).
Con más de 20 años en la comunicación, esta guayaquileña contó que su vocación por el periodismo la descubrió tarde.
“Yo era poeta, no periodista. Yo comencé escribiendo poesía a los 10 años”.
Recordó que su incursión en el mundo del periodismo se dio por consejo de su padre a quien siempre le mostraba los textos que escribía.
“En ese tiempo como que me enamoré de Gabriel García Márquez, y el tipo era periodista, entonces me dije ‘lo que tengo que hacer es periodismo”.
Confesó que sus primeros pasos los dio como actriz (extra) en la comedia Desempleo (TC), posteriormente escribió algunos libretos para esta serie, luego fue libretista en Sin límites y De la vida real (Ecuavisa). En su mochila constan segmentos exitosos como: ‘Machos bajo la lupa’, ‘Futbolizadas’ y ‘Confesiones’. Luego incursionó en el noticiero de Televistazo, pero su paso por el informativo fue fugaz y salió de Ecuavisa -sobre las razones que influyeron en su despido prefiere no ahondar-. Después entró a Gamatv para manejar el contenido del espacio Al son de un nuevo día, pero el programa no duró mucho tiempo al aire.
Le preguntamos a Mónica si tiene idea por qué tiene tantos seguidores en las redes sociales, y con una sonrisa un tanto maléfica nos respondió:
“Parece ser que de alguna manera les cae bien mi humor ácido (…) porque cuando yo tengo que decir la verdad, la digo sin disfrazarla, porque no tengo esa cosa llamada diplomacia. Yo nací sin filtro, yo no tengo esa vaina y a la gente le gusta que yo diga la verdad o que diga ciertas cosas o que haga chistes y bromas ácidas subidas de tono y por eso me siguen”.
Aunque esta mujer de 43 años, cuya personalidad arrolladora es más poderosa que un huracán, recalcara durante toda la entrevista que era una “bruja” sin “humanidad”, quienes la conocen revelan que “en el fondo, bien en el fondo, debajo de toda esa acidez y armadura de aluminio” con la que cada mañana se viste, hay una mujer dulce y con un corazón enorme, tesis a la que ella refutaba con un sonoro: “¡Yo de dulce no tengo ni un pelo!”.
“Stella, es un resurgimiento para mí”
El 6 de mayo del presente año, todo cambió en la vida de Mónica, con la llegada de Stella. presentadora de televisión. Foto Cortesía.Hace 7 años Mónica se divorció. Del primer compromiso tuvo dos hijos: Abel de 23 y Ginger de 21 años. Con el pasar del tiempo ganó 100 libras, las cuales logró bajar tras seguir una dieta estricta y después de someterse a una manga gástrica. No obstante, al cabo de un tiempo se enfermó de los riñones y se embarazó “sin querer queriendo”.
“Me enfermé de los riñones porque me descompensé y me pusieron veinte mil antibióticos y estos chocaron con los anticonceptivos y me embaracé”.
Para cuando se publicó esta entrevista en la edición impresa del mes de mayo, Mónica tenía 8 meses de embarazo y su médico le había dicho que era una niña a la que ella decidió llamarla Stella. Semanas después nació la dulce criatura.
“Stella para mí es un resurgimiento, al principio no lo vi así, pero tuve muy buenas amigas que son como hermanas, entre ellas Úrsula, Anabel Merchán, Mariuxi Mosquera, Marcelo Ortega, que me supieron guiar en esta concepción nueva de convencerte que vas a volver a ser mamá después de más de 20 años… Todos lo vieron como que era una bendición, yo era la única que lo veía como un bicho raro (ríe)… podría decirse que ahora estoy como una hormiga, endulzada con el tema (del embarazo)”.
Mónica es una mujer transparente, tanto que al preguntarle sobre el paradero del papá de la criatura, a quien identifica como ‘el galarifo’, sin pensarlo dos veces respondió que no existía.
“¡No existe! ¡El papá soy yo, y la mamá soy yo! (…) ¡Yo no lo boté, él se fue solito! Yo creo que está asustado y le estoy dando su espacio. Él decidió mantenerse no en la esquina del ring, sino bajarse del cuadrilátero. Estoy esperando que en algún momento reaccione y rectifique y si no lo quiere hacer, no lo voy a obligar. Stella tendrá lo que merece tener, lo que Dios quiera que tenga, ni más ni menos”.
Mónica Carriel acompañada de sus hijos Abel y Ginger. Imagen tomada de diario El Telégrafo.
La kryptonita o el talón de Aquiles de esta fiera, son sus retoños Abel, Ginger y ahora Stella. En sus ratos libres prefiere compartir el tiempo con ellos y visitar a sus familiares.
“Lo que más disfruto con mis hijos es su buen humor, río mucho con ellos, aunque también soy muy rigurosa en ocasiones, porque a más de trabajar llego a mi hogar a ser todos los quehaceres”, señala.
El momento más lindo de su vida y que lo tiene plasmado en su memoria, fue el día en que nacieron sus hijos. “El instante justo cuando les vi la cara por primera vez” y a estas fechas se sumó el 6 de mayo del presente año, cuando tuvo su primer contacto visual con su bella Stella, día en el que ambas se volvieron inseparables.
“El orden es la primera ley del cielo”.
Foto: Wladimir Torres.
Así es Mónica Carriel, una mujer como todas, con altos y bajos, con dudas y soluciones, con aciertos y desaciertos, con defectos y virtudes, a ratos tranquila y en otros, irreverente y revolucionaria. Una mujer que a pesar de lo lastrado del camino a sabido levantarse y curar cada una de sus heridas, un ser humano admirable que a pesar de no contar con el apoyo de un hombre, ha logrado salir adelante sola con sus hijos con el sólo impulso que le da el amor por ellos… Una mujer común, como usted o como yo.
En una sola palabra
Su mayor virtud: La verdad.
Su peor defecto: Mi falta de diplomacia.
Su manía: Comerme las uñas.
Es adicta a: Escribir.
Su debilidad: Mis hijos.
Sus hijos: Exigencia.
El amor: Sus hijos (Abel, Ginger y Stella)
Frase: “El orden es la primera ley del cielo”.
Úrsula Strenge: “Viviendo un día a la vez”
Úrsula Strenge Chávez, ppresentadora del programa En Contacto. Foto: Wladimir Torres.Úrsula Strenge Chávez, es una mujer muy sensible que se conmueve ante muchas realidades. De carácter tierno y muy dulce, es dueña absoluta de una sonrisa que transmite paz. Su voz es suave y pausada, cada una de sus palabras son como un bálsamo, causando sin pensarlo, un efecto positivo en quien las recibe en el momento y hora justa.
Sus inicios en la pantalla chica se dieron de forma casual. Recuerda que cuando tenía 18 años entró a trabajar en el área de información en un conocido banco de la ciudad de Guayaquil. Al cabo de dos meses de estar laborando en esta entidad bancaria, una amiga le pidió que la acompañara a hacer un casting, ya en el lugar le pidieron que haga la prueba y aunque al inicio se rehusó a hacerla, al final terminó cediendo. Días después, recibió una llamada en la que le notificaban que había sido escogida para ser la chica del video clip y ella aceptó la propuesta.
Tiempo después vino otro proyecto en CRE Televisión. Formó parte del programa Buen Dato, en el que presentaban videos musicales. Allí el musicalizador era Galo Recalde quien posteriormente se convirtió en su compañero de fórmula en el Dr. Expertus.
“Estoy conociendo a una mujer más fuerte de lo que era”. Foto: Wladimir Torres.
“Un día, cuando estaba llegando al final de la etapa del programa Buen Dato, un año más o menos después, Carlos Icaza, que era el director de contenido de CRE Televisión, se había quedado observando desde la puerta del estudio, que Galo y yo nos habíamos puesto a cantar unas canciones de Pimpinela, y comenzó a aplaudirnos (de forma lenta) y nos dijo apuntándonos con el dedo ‘los dos a la oficina’. Nosotros dijimos: ‘¡ay metimos la pata, ahora nos botan!’. Nosotros íbamos aterrados a su oficina, y él nos dijo: ‘me encantó lo que vi, los quiero a los dos para un programa infantil’, y así fue como empezó el Dr. Expertus”, recordó.
Junto al Dr. Expertus, esta bella jiwiwi llamada Hannah se fue posesionando en el corazón de los ecuatorianos. El programa estuvo al aire por tres años (1994 – 1997). Después Úrsula regresó a la televisión desde la señal de Teleamazonas incursionando en un sinnúmero de programas y revistas familiares (incluido Xibalux, otro programa de corte infantil). Posteriormente se cambió de casa y se fue a RTS, donde estuvo en el programa ‘Aló que tal’ por aproximadamente un año. Luego entró a Ecuavisa para formar parte del staff de ‘Está Clarito’ y ahora en ‘En Contacto’; y desde ahí no se volvió a ausentar más.
Una metedura de pata que recuerda mientras hacía programas de televisión en vivo, es haberle cambiado el nombre a productos que son de la competencia, corriendo el riesgo que el cliente se vaya. Otra anécdota que ahora le provoca risas, aunque en ese momento fue algo bochornoso por mucho tiempo, fue a inicios de su carrera en el programa musical juvenil Buen Dato, cuando le tocó presentar al grupo Maná en el Centro Cívico (Guayaquil).
“Yo salí muy segura, comencé a hablar y de pronto me quedo en blanco y no me acordé de nada de lo que había preparado y me salté toda esa parte y simplemente dije: ‘Con ustedes Maná’ y salí corriendo”.
Úrsula tiene 41 años, de los cuales 23 lleva trabajando en televisión. Es Psicóloga Clínica desde el año 1999. Ha trabajado para el Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce de Guayaquil (ahora Instituto de Neurociencias), ejerciendo también su profesión en un colegio de la ciudad. De esta manera ha logrado combinar su profesión con la televisión.
Es una mujer muy querida en el país, sus fanáticos no sólo la siguen en las redes sociales sino en cada programa en el que ha intervenido a lo largo de su trayectoria, quizás por ello no sería raro que al estar tanto tiempo en televisión, la gente se haya acostumbrado a tenerla en sus hogares como un miembro más de su familia.
Úrsula es madre de tres hermosas niñas: Camila (13), Ivanna (11) y Cristina (4), a quienes les dedica las horas necesarias y respetando siempre el orden de la agenda. Hasta hace pocos meses tenía una vida perfecta. Una familia estable en el que ella, su esposo Iván Nogales de 45 años y sus tres hijas eran completamente felices. Sin embargo todo esto cambió en la madrugada del 13 de diciembre del 2014 cuando su compañero de vida desde hace 15 años, tuvo que partir de este mundo de forma inesperada. Un paro cardiorrespiratorio se lo llevó físicamente de su lado y del de sus pequeñas.
Para Úrsula, éste ha sido uno de los golpes más fuertes que le ha tocado pasar.
“No te puedo decir que ya sé como manejar las cosas, porque no lo sé. Me siento en pañales en esta nueva etapa de mi vida. Yo creo que Dios me está dando la serenidad y lo invoco todos los días, le pido al Espíritu Santo que me de serenidad, sabiduría, discernimiento cada día para enfrentarme a los nuevos retos y desafíos de la vida; que me ponga las palabras correctas en la boca, al momento de hablar con mis hijas, en esta responsabilidad que yo sigo conversando con Iván a diario, yo le digo que ‘esta tarea sigue siendo compartida, yo desde aquí físicamente y tu desde ese lugar maravilloso en el que espero te encuentres’, pero sigue acompañándome en esto”.
Por sus hijas, debió llenarse de valor y sobreponerse ante el dolor, eso sí sin dejar de lado a su eterno amor. Dicen que las personas realmente mueren sólo cuando las olvidas, y éste no es el caso de Iván, pues Úrsula se encarga de mantener vivo el recuerdo de él en sus hijas y en la casa; y claro, como olvidarlo, si cada parte de su amado lo ve en ellas.
Foto cortesía revista Mariela.
“Ana Camila con 14 años, es una adolescente súper perseverante, con una claridad de pensamiento sorprendente. Es una niña que sabe lo que quiere y a donde quiere ir, las cosas que le agradan, sabe más o menos dentro de sus códigos y su aprendizaje lo que está bien o no. Es muy alegre, sociable, dulce y sabe ganarse a la gente.
Ivanna, tiene 11 años, es la que más se parece al papá. Tiene una energía muy activa. Es deportista y le gusta hacer mil cosas al mismo tiempo. Es muy sensible y muy perceptiva de su entorno. Es mi hija naturista, ama los animales, ama las plantas, se preocupa mucho por los problemas del mundo.
Y la más pequeña, Cristina, tiene 4 años, y a pesar de ser la más chiquita, es una niña muy sabia. Tiene una alegría súper especial, es un ratoncito, un conejito, que anda saltando por todos lados. Ella tiene una energía que contagia y a pesar de su edad tiene un lenguaje muy desarrollado, es una niña brillante”.
Con la inesperada partida de su compañero de vida, Úrsula decidió dar un paso al costado para dedicarse a sus hijas y reorganizar su hogar. Al cabo de unos meses regresó al programa matutino En Contacto con el segmento Mujeres Arriba, y con un video destacó la frase ‘Viviendo un día a la vez’, la cual le sirve como hoja de ruta o manual de vida.
La familia Nogales Strenge durante una navidad. Imagen tomada de revista Hogar.
Una de las cosas que la entristecen, es la ausencia de su esposo, algo que está aprendiendo a transformarla.
“Me da muchísima tristeza que mis hijas crezcan sin su papá. Si yo que soy una mujer de 41 años y que he vivido, necesito a mi papá a mi lado, para una sonrisa, para un abrazo, para una ayuda, como no van a necesitarlo mis hijas… Por eso estamos aprendiendo a transformarlo en una energía muy especial, muy presente”.
Úrsula es una mujer llena de virtudes, que continúa aprendiendo a sobrellevar los cambios bruscos que se le presentan. Es una persona sensible a la que le afectan los problemas y a quien le ha tocado vivir cosas muy fuertes. Dios le ha permitido mantener aquella fortaleza que desconocía.
“Estoy conociendo a una mujer más fuerte de lo que era. Una mujer más luchadora de lo que pensé que yo era… Estoy aprendiendo y redescubriendo a esta nueva mujer, pero sobre todo a esta nueva mamá. Sé que Dios tiene planes buenos para nosotras, no sé qué va a venir, sólo sé que mis hijas merecen ser muy feliz y sé que va a ser así”, dijo con los ojos nublados y con una voz que a ratos se apagaba.
Esta guayaquileña, que hace poco recibió un reconocimiento del M. I. Municipio de Guayaquil por ser una de las Mujeres más destacadas del 2015, ha demostrado en todo este tiempo ser una mujer fuerte, de fe, de esas que no se derrumban y que se levantan entre las cenizas. Así es Úrsula Strenge Chávez, una mujer trabajadora, positiva, una madre de familia consentidora que desea y busca lo mejor para sus hijas, una profesional que se esmera cada día por aprender y ser mejor… una mujer y madre como muchas.
“Las mujeres debemos valorarnos con defectos, con virtudes, con cicatrices, con las señales del paso de los años, con estás guatitas que nos quedaron de los embarazos que hemos tenido y también valorar la maternidad desde ahí, desde eso que nos ha dejado. Las mujeres somos bendecidas, Dios por alguna razón decidió que seamos nosotras las que tengamos el privilegio de ser madres, de llevar a un bebé en nuestro vientre físicamente tenemos la capacidad y la fortaleza, y emocionalmente también”, dijo.
En una sola palabra
- Su mayor virtud: La paciencia.
- Su peor defecto: Soy perfeccionista.
- Su manía: Me paso arreglando todo: los cajones, doblo la ropa, arreglo y limpio la mesa. No soporto ver nada fuera de lugar, desordenado… Soy media temática con el orden.
- Es adicta: Al café.
- Su debilidad: Mis hijas y mis animales.
- Sus hijos: Mi vida.
- El amor: Es la fuerza que mueve al mundo.
- Frase: “Viviendo un día a la vez”.