El 2021 representa una oportunidad para reactivar aquellos negocios que se vieron seriamente afectados por la crisis económica a causa de la pandemia por el covid-19. Si bien en los meses finales del 2020 algunos sectores ya percibieron una ligera recuperación, mejorando la liquidez de los negocios, en la mayoría de los casos sigue siendo un desafío.
Así lo explica Miguel Ebenberger, gerente General de Banco ProCredit, quien puntualiza que, a pesar de que la pandemia continúa, el panorama en cuanto a la recuperación económica para el 2021 es alentador.
“Hay aspectos concretos que apuntan hacia una recuperación: primero, la entrada de liquidez al país -que inició el último trimestre del 2020 y continuará este año- permitirá desbloquear la cadena de pagos, beneficiando a los negocios al liberarse recursos que se mantenían congelados como cuentas por cobrar”, sostiene.
A ello se suma que las empresas han aprendido a operar en el contexto actual y ofrecer el valor agregado de sus productos o servicios; otro aspecto es la aplicación de las vacunas desarrolladas contra el covid-19 que será un factor acelerador de la recuperación económica, aunque su impacto positivo sobre la economía probablemente se haga notar recién en la segunda mitad del año, señala.
Además comparte algunas pautas para que los negocios mejoren sus perspectivas de reactivación económica, como optimizar la estructura financiera. En este punto indica que el punto de partida hacia una recuperación económica es dar un orden a las finanzas.
“Tareas como reducir gastos innecesarios, mejorar la eficiencia productiva, abrirse a nuevos mercados, reducir pasivos superfluos y, al mismo tiempo, asegurar el acceso a la liquidez requerida para la recuperación del negocio, son fundamentales”, asegura.
Otra pauta es verificar la relevancia de los productos/servicios ofrecidos; sobre este aspecto añade que los consumidores todavía están en proceso de descubrir sus preferencias en la nueva normalidad. Un elemento, posiblemente de naturaleza temporal, es una reducción clara del consumismo.
“Ante la reducción repentina y significativa de recursos disponibles, nos hemos enfocado en adquirir los bienes esenciales para cubrir, principalmente las necesidades de alimentación y salud”; sin embargo, explica que es previsible que, al ritmo de la recuperación, se retome un comportamiento pre-pandemia en este aspecto.
Un tercer punto es invertir en nuevas tecnologías, para él, existen soluciones tecnológicas que pueden mejorar el valor agregado de los productos/servicios del negocio de manera palpable para el cliente. Invertir en ellas permitirá, en el mejor de los escenarios, abaratar costos y estar a la vanguardia en el mercado.
Un cuarto aspecto es priorizar el uso de la banca digital, pues su uso otorga autonomía a las empresas y negocios, transparencia y mejor control de las operaciones que se realizan en el día a día, también permite optimizar el tiempo en la ejecución de las operaciones, pues brinda comodidad y accesibilidad sin restricción horaria.
La formalización del negocio es otro aspecto que cita, es el proceso de incorporación a la economía formal; es decir, al registro y concesión de licencias de las autoridades, el acceso a la seguridad social para el propietario y sus colaboradores, y al cumplimiento del ordenamiento jurídico vigente en materia de impuestos y legislación laboral.
Finalmente sugiere invertir en la capacitación del personal, explica que a veces se relega a un segundo plano la inversión en capacitación de personal, especialmente cuando se trata de un negocio relativamente pequeño, o cuando se trabaja con presupuestos apretados.
Sin embargo, agrega, al ser el equipo humano fundamental para la puesta en marcha y el éxito de cualquier proyecto, es muy importante que se destine un porcentaje de sus recursos para capacitarlo en temas que sean de relevancia para el giro del negocio. (I)