El lunes 6 de julio el Papa Francisco inicio su agenda en Ecuador,viniendo a Guayaquil para visitar el Santuario de la Divina Misericordia, luego de lo cual ofició la misa Campal en el Parque Samanes y almorzó en el Colegio Javier junto a la congregación de Jesuitas y su amigo, el Padre Paquito.
A las 6 pm regresó a Quito para reunirse con el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el Palacio de Carondelet. Reunión que duró 50 minutos. Se dirigieron después al Salón Amarillo donde el mandatario presentó al Papa decenas de personas, incluido todo el gabinete federal, subsecretarios y oficiales castrenses.
Luego caminó hasta la catedral metropolitana, oró ante una imagen de la virgen María y le colocó un rosario, también saludó con religiosos de la Catedral. Ahí fue recibido en medio de los aplausos de los católicos.
Al salir del templo se dirigió a los cientos de fieles que lo esperaron. “Que no haya diferencias, no haya exclusivo ni gente que se descarte. Que todos sean hermanos. Que se incluyan a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación ecuatoriana”, les pidió. (I)