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Empresas redujeron jornada laboral a la mitad por crisis en Ecuador

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Reajuste de nómina, reducción de la jornada laboral, nuevas contrataciones e innovaciones inesperadas han sido los retos que las empresas enfrentaron desde que inició la cuarentena en marzo pasado.

Algunas compañías se estrenaron con el teletrabajo y buscaron formas para implementarlo. Otras ya tenían esta experiencia y su actividad durante el confinamiento no tuvo inconvenientes.

Empresas redujeron jornada laboral a la mitad por crisis en Ecuado

Gabriela Soria es directora de talento humano en Audit Corporate, una consultora en auditoría y finanzas con 10 años. Cuenta que los primeros meses de la pandemia fueron difíciles y asegura que si no hubieran reducido la jornada, el resultado fuese otro.

“Todas las empresas nos manejamos en base a una cartera de clientes y de pagos, en marzo la mayoría pagaron ese mes y al siguiente había que tomar medidas”, dice.

Cuenta que entre las medidas tomadas se suspendió a dos personas y se redujo la jornada de 40 a 30 horas semanales con el fin de precautelar ingresos. “Definimos por mutuo acuerdo empresarial resguardar el 25 % menos del salario para poder financiar la compañía. Esa medida lo que hace es precautelar que haya flujo”, apunta.

Audit Corporate tenía 20 personas y ahora están activas 14 que trabajan de forma remota y presencial. Tuvo que realizar recortes, que en su mayoría fueron pasantes y dos personas del área de mantenimiento y mensajería. Estos últimos ahora facturan.

De acuerdo a Soria, se tomó la decisión del recorte porque eran actividades no regulares y otras automatizadas. Actualmente todo el personal tiene reducida su jornada al 50 % desde que entró vigencia la Ley Humanitaria. Así también, la empresa tuvo que migrar a los webinars (sesiones por zoom) para cubrir costos fijos.

Una inversión rápida en infraestructura tecnológica le tocó realizar a la Universidad Internacional SEK Ecuador, ubicada en Quito.

“Las primeras semanas fueron difíciles, de adaptación, nosotros estábamos a punto de empezar nuestro semestre académico y tuvimos que correr para empezar las clases. (…) Tuvimos que hacer inversiones importantes en infraestructura tecnología para poder mantener toda la actividad académica online”, afirma Nadia Rodríguez, rectora de la institución.

Rodríguez califica a la situación como un reto desde pensar quiénes se reactivan, cómo se hace el procedimiento y hasta qué momento se va a llegar con esa modalidad. Cree que en octubre y noviembre habría una reactivación total.

La Universidad Internacional SEK tiene una nómina de 200 personas: 14 laboran de manera presencial, 20 mixta y 166 en teletrabajo. Los de presencial de forma continua corresponden al área de mantenimiento.

“Hemos tenido que reorganizar horarios, turnos y tomar precauciones sanitaria y protocolo”, apunta y agrega que por la crisis no descartan realizar un financiamiento bancario en el futuro.

En cambio, Glovo y Roche Ecuador incrementaron su personal y no les cogió de “sorpresa” el teletrabajo.

María Pía Orihuela, gerente general de Roche Ecuador, asegura que de marzo a junio registraron once contrataciones y todos laboran desde casa. A ellos le realizaron los exámenes preocupacionales habituales y serología (prueba de detección de anticuerpos contra el COVID-19).

“Hemos mantenido nuestra nómina sin ningún impacto, es decir, no hemos realizado reestructuras ni ajustes”, menciona.

Para la empresa el teletrabajo no fue nuevo, ya lo han aplicado desde el 2019 y piensan en reforzarlo. “En Roche, desde el primer momento que supimos que la pandemia estaba empezando implementamos nuestro plan de manejo de crisis, que lo tenemos siempre listo, desde allí empezamos a garantizar la continuidad del abastecimiento de nuestros productos. Antes de que la cuarentena sea oficial, empezamos a reforzar mucho más la modalidad de teletrabajo que ya lo habíamos iniciado desde agosto 2019, justamente para tratar de minimizar el impacto de la pandemia en nuestras personas, y al mismo tiempo mantener la continuidad del negocio”, dice.

Indica que hubo varios desafíos como dar estabilidad emocional, laboral y bienestar físico al trabajador, no interrumpir el tratamiento a los pacientes y dar un soporte a los médicos.

En tanto, Glovo aumentó sus socios repartidores. Antes de la cuarentena registraba 1500 y ahora son 2500 a nivel nacional, según Daniel Arévalo, gerente general de la empresa.

En cada entrega de Glovo se realizan procesos de desinfección. Foto: Cortesía.

Glovo vivió una ola positiva dentro del COVID-19, fuimos de las pocas industrias que se mantuvieron operativas. Pudimos aportar a que un sinnúmero de otros comercios, restaurantes puedan seguir operando a través de nuestros delivery”, expresa.

La compañía posee varias áreas como marketing, finanzas, operaciones y tiene un supermercado en Quito, dedicado a la distribución. Ahora su nómina es de 33 personas de 35 que eran. Los socios repartidores facturan.

Según Arévalo, hubo un mínimo recorte de dos personas porque esas tareas, que prefirió no especificar, pasaron a ser “automatizadas”. “Hubo una pequeña disminución, de los 35 que éramos a 33, puestos que no eran esenciales para la empresa y por suerte no tuvimos que reducir horas, nómina”, explica.

Sin embargo, se enfrentan al desafío de renegociar arriendos de oficina o periodos de gracia: “Todavía no tenemos pensado regresar, nuestro trabajo puede ser remoto hasta tener una disposición de Glovo regional”, comenta y agrega que de las 32 personas solo una está de manera presencial en Quito.

Pasos para un retorno seguro al trabajo

El retorno a la ‘nueva normalidad’ es un reto tanto para empresas como trabajadores, pues se busca generar espacios seguros, sin riesgo de contraer el Covid-19.

Algunos cantones ya pasaron de semáforo de rojo a amarillo y es importante reactivarse con precaución. Estas son cuatro recomendaciones que realiza Adecco para volver a las actividades de manera segura, no solo a nivel sanitario, sino también emocional y social.

Primero, mantener una comunicación efectiva. En crisis es esencial que los líderes y sus equipos estén comunicados para el desarrollo del teletrabajo, por ejemplo. Así también, la preocupación por la salud de los colaboradores al regresar a las oficinas es otro tema que puede causar inquietud. Y ya algunas han realizado pruebas rápidas a sus colaboradores reactivados.

El área de mantenimiento de la Universidad Internacional SEK está activo. Foto: Cortesía

Segundo, mantener protocolos de distanciamiento físico. Su aplicación dependerá de la disponibilidad del espacio y los requisitos operativos, sin embargo puede ser una apertura escalonada, horarios rotativos para reducir el contacto entre las personas y tráfico en las áreas comunes, entradas y salidas de los trabajadores. Para el horario del almuerzo, se aconsejan que se realicen grupos.

Además, sugieren limitar visitas y recurrir a plataformas digitales; reorganizar los espacios de las oficinas respetando los 2 metros de distancia.

Tercero, para quienes han implementado con éxito el teletrabajo durante el aislamiento, es importante continuar con la dinámica para evitar contagios.

Y cuarto, antes del retorno se deben entregar a los trabajadores insumos como guantes, mascarillas, gel desinfectante, entre otros. Y aplicar protocolos como limpieza y monitoreo de la salud. (I)

https://www.eluniverso.com/noticias/2020/06/29/nota/7888887/despidos-contratos-empresas-reajuste-personal-ecuador