El presidente estadounidense Barack Obama, aprovechó el acuerdo diplomático (Cumbre de las Américas) celebrado en días pasados en Panamá, para enviar un mensaje de no intervencionismo al resto de países latinoamericanos. Por su parte, el mandatario cubano, Raúl Castro, señaló que se trata de su mayor triunfo diplomático tras suceder a su hermano Fidel.
Para ello, revista La Verdad, entrevistó al analista internacional, Lolo Echeverría, quien brindó su punto de vista sobre este tema.
Varios presidentes de la región saludaron el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, al tiempo que destacaron la primera participación de Cuba en la Cumbre de las Américas. ¿Cuál es su análisis sobre la Cumbre desarrollada en Panamá?
Considero que es un evento histórico con una importancia trascendental porque se trata de un cambio en la situación geopolítica de América Latina, la cual ha estado estacionada por más de cincuenta años. Aparte de la importancia histórica que tiene este cambio que va a deshacer el último vestigio de la Guerra Fría, es importante ver que ahí se plantearon dos posiciones totalmente diferentes que hay en la región, la posición de quienes miran hacia el futuro y la de aquellos que viven anclados en el pasado. Si se examinan los discursos de Venezuela, de Ecuador, Bolivia, incluyendo Cuba, todos ellos lo que hicieron es un recuento de agravios, resentimientos, quejas, con un discurso anticuado propio de la Guerra Fría. Sin embargo, incluso Cuba que fue la estrella de esta reunión, hizo su memorial de agravios, pero terminó diciendo que Obama es un hombre honrado y que él no tenía la culpa de la historia americana, que daba por superado eso y que estaba dispuesto a conversar sobre cualquier tema.
¿Hasta ahí llegaron los agravios?
Desde luego, ahora hasta Cuba está mirando hacia el futuro. En contraste, el discurso de Maduro, el discurso de Correa son los mismos discursos fallidos de hace cuarenta años, es decir discursos negativos, mirando hacia el pasado y sin ninguna apertura, sin ninguna posibilidad de cambio y, particularmente creo que el Presidente Correa se quedó solo en esta Cumbre.
“En la Cumbre se plantearon dos posiciones totalmente diferentes que hay en la región, la posición de quienes miran hacia el futuro y la de aquellos que viven anclados en el pasado”.
¿Se puede identificar entonces ganadores y perdedores dentro de la Cumbre de las Américas?
Por supuesto, los ganadores son sin duda Raúl Castro y Barak Obama. Castro en primer lugar porque consiguió una gran apertura, consiguió el apoyo de toda América Latina, consiguió el proceso de mejoramiento, va a conseguir una solución a su problema fundamental que es la quiebra económica y, todo esto a cambio de nada, solamente con el anuncio de conversar sobre cualquier tema, porque no ha hecho ninguna promesa de cambio, ni siquiera respecto de los derechos humanos o sobre los presos políticos. Obama por su parte, lo que buscaba para terminar su mandato era algún evento que le pusiera en la historia, que fuese el legado histórico de su presidencia y creo que ese legado va a ser el cambio de relaciones con Cuba y de esa forma también superar un problema que constituía ya un peso enorme porque el embargo no era la solución y porque todos los países en la práctica estaban buscando romper ese embargo impuesto por el gobierno americano.
¿Cómo evalúa el discurso del presidente Rafael Correa?
Creo que es un discurso lamentable, un discurso negativo, quejoso, anticuado y me parece que describe perfectamente la soledad política en la que se ha quedado, porque toda esta política era capitaneada por Cuba y ahora Cuba abandona el barco, y nos embarca en otra línea. Incluso Venezuela que pudiera ser el solitario compañero de Correa en esto ha anunciado que desea el diálogo con Estados Unidos, extendió la mano aunque sea en el vacío porque ya no estaba Obama pero le extendió la mano y busca establecer relaciones. Maduro también tuvo sus cuatro minutos con Obama, aunque sea un encuentro casual en un corredor, también, estuvo en Caracas el enviado especial Thomas Shannon, así que de hecho se ha establecido la posibilidad de una relación, de una conversación, pero Correa absolutamente nada, lleva ocho años en el gobierno y no se reúne ni si quiera con el embajador, esto le deja en una posición absolutamente solitaria a nuestro Presidente.
¿Qué temas no fueron abordados en la Cumbre y que hubiera sido importante tratarlos?
Los dos principales que están aludidos en el tema de reunión que son la equidad y el desarrollo, ninguno de esos temas se trataron; en realidad el único tema que se abordó fue el tema de Cuba y muy superficialmente el tema de Venezuela. Sobre la declaración, que Venezuela constituye un peligro para la región, el tema fue desmontado antes de la Cumbre porque el presidente Obama explicó que no se quiso decir eso, que era un lenguaje que corresponde a una legislación norteamericana, pero que no consideraba que Venezuela era un peligro para la seguridad de Estados Unidos. En ese sentido, se desmontó todo el discurso que podía hacerse en el contexto de buscar una declaración en contra de los Estados Unidos, de los países que están en la vieja oratoria anti imperialista. Por eso, incluso fue marginal ese tema y realmente lo que se trató fue sobre las relaciones con Cuba, otros temas que estaban pensados se trataron también muy superficialmente porque no hubo tampoco una declaración como resultado de esta reunión. Hubo ciertos temas que se analizaron como la posibilidad de ayudar a toda la región de El Caribe a implementar fuentes de energía limpia. El Caribe ha dependido mucho del petróleo venezolano y ahora que Venezuela está en una situación de penuria económica producto de la baja del petróleo, el destino de esa ayuda está en riesgo. Estados Unidos llenaría ese vacío a través del uso de fuentes de energía limpia.
El encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y de Cuba, Raúl Castro, es considerado como histórico, luego que EE.UU. decidiera sacar de la lista de países “patrocinadores del terrorismo” a Cuba.
Luego del éxito obtenido por Estados Unidos, ¿hasta dónde se fortalecerá su presencia en Latinoamérica y con qué costos?
En primer lugar, se ha desmontado ese discurso anticuado que corresponde a la época de la Guerra Fría, en ese sentido Estados Unidos tiene la posibilidad de reconciliarse con América Latina. Así también, Estados Unidos ha reconocido que tiene una historia escabrosa en las relaciones con América Latina que tiene que dejarla en el pasado lo cual significa cambiar de conducta. Entonces, si es que Estados Unidos cambia su conducta y evita intervencionismos y las formas anteriores en que usó presión hacia distintos países de la región, puede establecer una nueva forma de relacionarse con América Latina que le permita ser aceptado como líder regional. Por otro lado, han existido algunos datos importantes como los de Brasil que era considerado como la potencia regional que podía llenar el papel de Estados Unidos y liderar la unidad latinoamericana. Es claro que Brasil ha reconocido el liderazgo de Estados Unidos y busca una reconciliación, olvidando incluso temas como el espionaje a Dilma Rousseff y más bien ha realizado críticas a Venezuela señalando que debe haber respeto de los derechos humanos y pidiendo que se deje en libertad a los opositores detenidos en ese país. De esta manera, queda claro que el líder indiscutible para la región vuelve a ser Estados Unidos.
“Ahora hasta Cuba está mirando hacia el futuro. En contraste, el discurso de Maduro, el discurso de Correa son los mismos discursos fallidos de hace cuarenta años, es decir discursos negativos, mirando hacia el pasado y sin ninguna apertura, sin ninguna posibilidad de cambio”.
El debilitamiento de algunos países de la región por escándalos de corrupción como son los casos de Brasil y Argentina ¿les ha impedido desarrollar acciones políticas contra Estados Unidos?
Definitivamente, la política exterior de Estados Unidos es muy práctica, hoy se presenta para este país una coyuntura favorable dada por la caída de los precios de las materias primas, lo cual le había dado a América Latina un período de bonanza y un cierto sentido de independencia, al punto de considerar como no indispensable a Estados Unidos y con la posibilidad más bien de establecer nexos con Rusia y con China. Ahora, coincide que se caen los precios de las materias primas, que China comienza a congelar su crecimiento, que Rusia tiene problemas extraordinarios que atender y no tiene la posibilidad de mirar hacia el mundo, que Argentina en concreto está terminando la era kirchnerista; todo eso conforma una circunstancia inmejorable para que Estados Unidos recupere este liderazgo en la región.
Según Miguel Henrique Otero, editor de El Nacional, “en Venezuela no hay justicia. Leopoldo López (foto) lleva encarcelado 14 meses en virtud de unas medidas cautelares, que acaban siendo una sentencia”.
¿La relación entre Cuba y Estados Unidos será un proceso inmediato en el ámbito diplomático y comercial o se mantendrá igual que la relación existente antes de la Cumbre?
No, ese va a ser un proceso sumamente lento, pues el presidente Castro no ha prometido absolutamente nada concreto y ha establecido que no va a cambiar el modelo, de manera que está exigiendo que solo le den a cambio de nada. Hay concesiones fundamentales como quitarle de la lista de países que favorecen el terrorismo internacional y levantar el embargo, lo primero ya lo consiguió, Obama envió al Congreso la solicitud para que se le retire de esa lista, lo segundo tratará de conseguirlo antes de que termine su mandato porque Obama quiere dejar esto como una marca histórica de su paso por la presidencia; en ese sentido Castro no ha concretado absolutamente nada. Creo que los propios cubanos que están dentro de Cuba son los que menos posibilidades ven de que exista un cambio rápido. El pueblo cubano ha pasado por muchas promesas en estos cincuenta años de gobierno de los hermanos Castro, promesas que nunca se han cumplido porque a la larga los Castro necesitan el control político – económico total por lo cual es muy difícil ceder porque se puede derrumbar el régimen en su totalidad.
¿Considera usted que en la región existe una fatiga ideológica que busca mayor pragmatismo en el ámbito político y económico?
Desde luego, los países lo que han hecho es olvidar las ideologías, olvidar el discurso de la Guerra Fría y hacer acuerdos prácticos, abrirse al mundo y por eso países como Chile, Perú Colombia, Brasil, han suscrito numerosos acuerdos comerciales con Japón, con Estados Unidos con Europa, con China y con todos los mercados del mundo. Ello impone una apertura a los mercados pero también impone ciertas condiciones para tener calidad en los productos, para tener posibilidades de competencia en esos mercados. Entonces eso les pone en un carril que les obliga hacer legislaciones seguras, a promover desde los gobiernos un clima de negocios favorable, abrir mercados, a dar incentivos a la inversión, etc., aquello hace que los pueblos crezcan y se produzca en realidad el bienestar.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, pidió que se apliquen medidas cautelares contra directivos de El Nacional, Tal Cual y La Patilla, por el “delito de difamación agravada”.
¿Existe una pérdida de influencia de Venezuela en la región?
El gobierno de Venezuela en la actualidad se sostiene artificialmente, sin embargo, los países latinoamericanos se han negado a criticar manteniendo un silencio vergonzoso e incomprensible, explicable creo yo por el temor de otros gobiernos similares de que se dé una intervención en sus propios países donde tampoco se respetan las libertades o, simplemente por el temor de que países de corte socialista o democráticos puedan ser considerados como derechistas. Se ha impuesto un silencio vergonzoso respecto de lo que ocurre con el pueblo venezolano y más bien algunos países incluso se han aliado con el gobierno. Esto no puede durar mucho tiempo y si es que la región se compromete a unificarse en torno a la OEA la cual, no se debe olvidar, tiene una carta democrática que impone un marco que se establece como obligatorio para todos los participantes. En esas condiciones, puede venir una presión muy grande para la liberación de los presos políticos, para el respeto de los derechos humanos y sobre todo para la organización de elecciones limpias y justas.
¿El temor a un desplome económico y político de Venezuela fue una de las causas que llevaron a Cuba a negociar una normalización de las relaciones con Estados Unidos?
Creo que es verdad porque dependía mucho de este país. Venezuela le estaba entregando cien mil barriles diarios de petróleo y eso es mucho y claro, Venezuela le había apadrinado con su dinero a Cuba porque tenían planes ilusos entre Castro y Chávez de hacer una sola nación con un liderazgo regional; había mucho dinero y ese dinero se gastaba para conseguir votos en los organismos internacionales, para distribuir recursos en muchos países sobre todo en el Caribe, etc., pero esos años se desvanecieron y ahora se tiene una penuria económica en donde no se puede estar regalando a otros países lo que no se tiene para sí mismo. Resulta absurdo desde hace algún tiempo, el carecer de recursos para solventar las necesidades básicas de la población y andar regalando dinero y petróleo a otros países por razones políticas; ello no tiene posibilidades de sustento, así que la situación de Venezuela no va a sostenerse por mucho tiempo y no podrá sostener la ayuda que le daba a Cuba. Es por ello que Cuba desde hace algún tiempo ya tenía problemas muy graves que necesitaban soluciones inmediatas, y que por ello estaba buscando una salida para las condiciones que venía atravesando, sobre todo por la crisis económica.
“Coincide que se caen los precios de las materias primas, que China comienza a congelar su crecimiento, que Rusia tiene problemas extraordinarios que atender y no tiene la posibilidad de mirar hacia el mundo, que Argentina en concreto está terminando la era kirchnerista; todo eso conforma una circunstancia inmejorable para que Estados Unidos recupere este liderazgo en la región”.
¿Cómo se encuentra la democracia al interior de cada país de la región?
Este proceso de apertura, de realineamiento y de cambio geopolítico tiene un costo alto en la región y es que para que se acabe este discurso anti imperialista de la Guerra Fría hay que hacerse de la vista gorda sobre ciertas cosas, entre ellas, la carta democrática de la OEA. Esta idea sobre la conducta de cada país bajo el principio de la no intervención y bajo el paraguas de la soberanía nos lleva a una situación trágica en la cual cada gobernante quiere hacer lo que le da la gana dentro de su territorio. La carta de la OEA establecía que no constituye intervención interna cuando se refiere a asuntos como los derechos humanos, sin embargo, ahora dos de los gobiernos autoritarios de América Latina han puesto un énfasis colosal en la soberanía y en el principio de no intervención y, Estados Unidos ha tenido que hacerse de la vista gorda y no poner exigencias ni condiciones efectivas de respeto a los derechos humanos en Cuba para poder establecer un nexo. Vimos claramente la reacción de Venezuela cuando las Cortes en España pidieron que liberen a los presos políticos, el presidente Maduro se ha mandado una andanada de arrabal en contra de Rajoy y de las cortes españolas con el pretexto de la soberanía; ahí subyace la idea de que dentro de su territorio los Mandatarios pueden hacer lo que les da la gana lo cual es malo para los pueblos. Sin embargo, para eso existen los organismos internacionales para que los ciudadanos tengamos dónde acudir cuando somos secuestrados por algún tirano o por algún líder autoritario.
“Si es que Estados Unidos cambia su conducta y evita intervencionismos y las formas anteriores en que usó presión hacia distintos países de la región, puede establecer una nueva forma de relacionarse con América Latina que le permita ser aceptado como líder regional”, dijo Echeverria.
¿En ese escenario se encuentran Venezuela y Ecuador?
Ello se manifiesta claramente en el caso de Venezuela y en alguna medida en el caso de Ecuador en donde el gobierno controla la justicia, la legislación y controla los organismos de control. Es ahí cuando los ciudadanos tienen que acudir a los organismos internacionales, por eso se ha acudido tan repetidamente a la Convención Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Claro, ahora el gobierno ha puesto en la mira a la CIDH y ha señalado que no respetará los dictámenes de la convención sino solamente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ese es el precio que vamos a pagar por este nuevo orden geopolítico en la región.
Finalmente ¿cómo mira los procesos de integración en la región en el mediano plazo?
La integración es un sueño irrenunciable de América Latina y la integración se la ha buscado por todos los caminos posibles; hay muchos organismos de integración, unos fracasaron, otros están en invernación y otros constituyen una esperanza, esto se debe a que para nosotros es una necesidad vital la integración. En segundo lugar, somos tan parecidos que más bien las fronteras son artificiales, porque todos tenemos los mismos recursos, los mismos valores, tenemos la misma historia, es decir compartimos casi todo. Lo lógico sería que juntos estableciéramos en primer lugar el comercio como ocurre por ejemplo en Asia o en Europa dentro de la propia región. El comercio regional en Europa es el 60%, en Asia es el 50% mientras que acá en América Latina no creo que llega ni al 25%, esto demuestra que entre nosotros lo que tenemos es un bello y ampuloso discurso integracionista, pero que en la realidad tenemos toda clase de problemas comenzando por fronteras. Europa por su parte, a pesar de haber tenido cien años de guerras por fronteras en donde prácticamente se ha cambiado el mapa no viven amarrados a la historia. Europa ha logrado vencer esas rencillas y por eso el acuerdo europeo avanza no solamente como un acuerdo económico sino también de integración política monetaria etc., pero en América Latina no damos ni el primer paso que es el intercambio de productos.
Perfil
El Lic. Lolo Echeverría es columnista de Diario El Comercio, analista en temas de Relaciones Internacionales y Productor de Televisión. Además es Director de la Revista “Criterios” (Medio oficial de la Cámara de Comercio de Quito) desde hace varios años, y un importante Analista Político y Docente Universitario.
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Por: Cristian Bravo Gallardo
Fotografía: María Augusta Rojas