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Para celebrar el Día de las Madres, Barack Obama sorprendió a tres mujeres con una llamada individualizada para felicitarlas, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca.
Las madres de Minnesota, Arizona y Florida, habían escrito cartas al presidente durante el año.
“Sé que es difícil criar a los hijos y hacer lo correcto para ellos; si no hubiera sido por mi madre, yo no estaría aquí”, dijo el mandatario en una de las llamadas telefónicas, refiriéndose a su mamá, Ann Dunham, quien murió en 1995. “Estás haciendo el trabajo más importante que existe”.
Stephanie Tarr, una mesera de Coon Rapids, Minnesota, y madre de dos hijos, fue una de las mujeres que recibió la llamada.
Ella le escribió al presidente para agradecer lo que hace “cada día por nuestro país y por las familias normales como la nuestra, en Estados Unidos”, de acuerdo con el funcionario de la Casa Blanca. En la misiva se incluían menciones al salario mínimo y a la importancia de contar con una educación preescolar accesible.
“No. No puede ser”, respondió Tarr mientras era felicitada por el presidente Obama, incapaz de creer quién estaba del otro lado de la línea.
“¡Soy yo! Haz la prueba”, retó el presidente. “Pregúntame lo que quieras”.
Dawn Miller, policía carcelaria de Tucson, Arizona, también escribió al mandatario y recibió una llamada telefónica desde la Oficina Oval.
De acuerdo con la fuente de la mansión presidencial, Dawn escribió al presidente para contarle la historia de su hijo de 22 años. El joven no contaba con seguro médico en el trabajo, pero pudo recibir tratamiento luego de que lo mordiera una serpiente de cascabel, gracias a la Ley de Cuidado Asequible de la Salud -también conocida como Obamacare-.
“Decidí que como era Día de las Madres, debería llamar a quienes me escriben para decirles ‘gracias por ser excelentes madres'”, dijo el mandatario.
La última persona que recibió una llamada presidencial fue Patricia Church, de Ormond Beach, Florida, quien ha criado a cuatro hijos. Uno de ellos es un militar, del Cuerpo de los Marines, con sede en el Campo Lejeune, una base militar de entrenamiento que se encuentra en Carolina del Norte.
Ella escribió al presidente la noche de su mensaje del Estado de la Unión para contarle lo difícil que ha sido criar a sus hijos como madre soltera.
De acuerdo con el funcionario de la presidencia, la carta terminó con la frase: “Señor presidente, sé que está demasiado ocupado para hablar conmigo o conocerme, lo entiendo. Pero espero y rezo para que por lo menos sea capaz de leer mis palabras”.
Obama agradeció a Dawn por el servicio que presta su hijo.
“Estoy muy orgulloso de todo lo que ha hecho para criar a cuatro hijos y servir a nuestro país”, le dijo el mandatario. “Esos chicos, agregó, van a ser buenos gracias a usted”. (I)
