La declaración de ‘Persona Non Grata‘ al embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, no significa el rompimiento de relaciones entre Ecuador y Argentina. Pero que ambas naciones envíen nuevamente a sus embajadores requerirá de un acuerdo de alto nivel.
La relación entre los países se tensó tras el escape de la exfuncionaria pública, María de los Ángeles Duarte, quien fue sentenciada a prisión por el delito de cohecho en el Caso Sobornos.
Lo último que se conoce es que Duarte salió el fin de semana de la Embajada de Argentina en Quito. Existe la confirmación de que está en Venezuela.
La mañana de ayer, miércoles 15 de marzo del 2023, el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, dijo en una entrevista con Ecuavisa, que las declaraciones del embajador argentino sobre la fuga de la exministra correísta fueron contradictorias.
Entre esas contradicciones citó el que, en primera instancia, se asegurara que no hay cámaras de vigilancias. Según Holguín, después señaló que estaban dañadas y, por último, que no se podía entregar los videos.
Después de la decisión de Ecuador sobre declarar Non Grato al Embajador argentino, ese país, como manda la diplomacia internacional, según expertos, también pidió que el delegado diplomático de Ecuador en Argentina dejara ese territorio.
Holguín dijo este 15 de marzo del 2023 en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea que recibió una llamada el lunes pasado a las 17:29 para informales del escape. Además, explicó que la declaración de “Non Grato” se sustenta en que el embajador no tiene la confianza del Ecuador.
¿Cómo solucionar el impasse?
El profesor de Derecho Internacional de la Universidad San Francisco, Juan Pablo Albán, dice que para llegar a un acuerdo se requiere una intervención de alto nivel. Es decir, se necesita un acercamiento entre Jefes de Estado o de sus Cancilleres.
El exvicecanciller, Marcelo Fernández de Córdova, coincide con Albán y agrega que, ambos países deben acordar esa iniciativa. Sin embargo, no es un paso sencillo. Recalca que este tipo de acercamientos generalmente ocurren con los cambios de Gobiernos.
En lo que es claro para Fernández de Córdova es que las relaciones entre ambos países no se verán afectadas.
Lo que ocurrirá, explica, es que un funcionario de menor rango, por ejemplo, un encargado de negocios, será quien lleve adelante las relaciones entre ambas naciones.
Desde su perspectiva, el conflicto no debiera escalar a más. Menciona que el siguiente paso sería romper relaciones diplomáticas. Pero no ve posible ese escenario.
Albán explica que eso ya requiere de otro proceso. Eso implicaría que ambos Estados lleguen a la conclusión de que no quieren mantener dichas relaciones. “Esto puede ser detonado por uno de los dos, pero para esto el país que no tiene interés en mantener las relaciones debe notificar al otro”.
Ayer, 15 de marzo, Holguín adelantó que el Ecuador no está pensando en este momento enviar nuevamente a un embajador. Por su parte, el Gobierno argentino dice en su comunicado que “estará siempre dispuesto a entablar diálogo con las autoridades ecuatorianas para encontrar respuestas mutuamente aceptables para esta situación”.
Un antecedente
La embajadora de Estados Unidos, Heather Hodges, fue la última diplomática considerada no grata. Esto ocurrió en abril del 2011, durante el gobierno del expresidente Rafael Correa.
La decisión se tomó después de unas declaraciones de la diplomática que tenían que ver con una filtración del portal WikiLeakes, en las que se mencionaba supuestos casos de corrupción en la Policía de Ecuador.
El impasse duró un poco más de un año. En reemplazo de Hodges, al Ecuador llegó el embajador Adam Namm.