El Ministerio de Economía informó que el acuerdo permitirá «reprogramar los pagos sobre la línea de crédito vigente, que fue suscrita entre ambas partes el 29 de abril de 2016″.
«Esta decisión permitirá al país un periodo de gracia de doce meses en el capital, luego del cual se reiniciarán los pagos, sin que las condiciones originales cambien«, pues se mantendrá la tasa de interés pactada en el 7,16 por ciento, precisó la cartera de Estado en un comunicado.
El crédito preveía amortizaciones por 166,8 millones de dólares en lo que resta de este año y de 250,2 millones entre enero y julio de 2021, lo que supone un alivio financiero de 417 millones para el actual gobierno del presidente Lenín Moreno, cuyo periodo en el poder finaliza en mayo próximo.
El monto diferido, de 417 millones de dólares, se cancelarán en once pagos de 37,9 millones a partir del último trimestre de 2021 hasta el segundo trimestre de 2024, que es la fecha de vencimiento de la deuda con el CDB, añadió el Ministerio.
«La reprogramación con CDB genera un importante alivio fiscal que contribuye a afrontar la crisis humanitaria, sanitaria y económica que atraviesa el país, mientras se ejecutan nuevas operaciones y se implementan decisiones de carácter estructural», apostilló el Ministerio.
Además, remarcó que este convenio con el banco chino es «un paso más dentro de la estrategia integral de manejo» de la deuda ecuatoriana, que incluye la reestructuración o canje de papeles con los poseedores de bonos de la deuda soberana de Ecuador.
También el acceso a nueva financiación bilateral y multilateral para «superar los desafíos que presenta la economía ecuatoriana», añadió la cartera de Estado en su texto.
Tras lograr esta semana el apoyo de los bonistas al plan de canje de la deuda, en presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, alentó a un próximo nuevo acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le abriría nuevas oportunidades de endeudamiento con otros organismos multilaterales.
El ministro de Economía, Richard Martínez, destacó recientemente la negociación con los bonistas en un «tiempo récord», menos de seis meses, con soluciones que permitirán reducir en 1.540 millones de dólares el capital de la deuda privada del país.
Además se reducirá el interés del 9,2 por ciento a una tasa promedio de 5,3 por ciento, y se duplicará la vigencia del plazo de dicha deuda privada de 6,1 a 12,7 años, por lo que los bonos actuales vencerán en 2030, 2035 y 2040.
Martínez aseguró que esa operación con los poseedores de bonos ecuatorianos generará un importante alivio en el flujo de la caja fiscal de su país, gracias a una mejor programación del pago de pasivos, lo que permitirá liberar cerca de 11.000 millones de dólares hasta el año 2025 y más de 16.000 millones hasta el 2030.