El riesgo país del Ecuador –indicador que mide la percepción de los mercados sobre la posibilidad de pago de las obligaciones– continúa el alza.
Pese a que el Gobierno ha tratado de poner en orden las cuentas, se han cumplido varias metas de ajuste del gasto y se han recibido créditos internacionales, el indicador no cede. El 6 de enero pasado se ubicó en 774 puntos, lo que representó la mitad de lo que se había registrado cuando la Asamblea negó la Ley de Crecimiento Económico. Pero luego de esa fecha más bien ha ido subiendo.
Explica que varios analistas han comentado que el país maneja ciertas metas, y cifras, que al final del día no se cumplen.
Se piensa que pese a las declaraciones del Gobierno de que no va a requerir más financiamiento del mercado, finalmente saldrá nuevamente a emitir bonos.
En todo caso, a Mosquera le parece que el Gobierno va a tratar de agotar todos los dineros de multilaterales, e incluso podría echar mano de algún crédito con China, para no salir a mercado. Con el riesgo país actual, las tasas de ese endeudamiento son prohibitivas.
Por su parte, Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), considera que el riesgo país muestra que ni el acuerdo con el FMI o la ley tributaria que recientemente se aprobó fueron suficientes para bajar de manera importante ese índice.
Esto, porque en el mercado internacional no se logra retirar la percepción de que no existe sostenibilidad en la economía. A estos problemas se agrega la caída del precio del petróleo, que se ha reducido sobre todo por el problema del coronavirus y su afectación a China.
A más de los problemas estructurales que ya tiene el país, también está la sensibilidad que tiene a las variaciones del precio del crudo, dijo.
La falta de liquidez se puede constatar en la Cuenta Única del Tesoro, que al 17 de enero de 2020 estaba en $801,9 millones; cifra menor a la registrada en septiembre 2019 cuando se ubicó en $3155 millones.
En diciembre, con el crédito del FMI se recuperó al colocarse en $1109 millones.
Sobre la Cuenta Única, Mosquera dice que enero es un mes complicado, sobre todo porque la economía va lenta y no existen ingresos de tributos.