Un arbitraje internacional sobre la compra de la firma ecuatoriana Caminosca, registros de viajes, transacciones de empresas de papel, supuestos pagos injustificados y una telaraña de empresas de pantalla son parte del expediente en el que la Fiscalía acusa a Ricardo Rivera, tío del vicepresidente Jorge Glas, de asociación ilícita en operaciones relacionadas con la constructora Odebrecht. Rivera, de 68 años, se encuentra bajo arresto domiciliario.
Una vez que el juez Fernando Freire ordenó que se levantara la reserva sobre el proceso, EL UNIVERSO revisó los 48 cuerpos, con más de 4.850 fojas, de las indagaciones realizadas por la Unidad de Transparencia y Lucha contra la Corrupción de la Fiscalía, a cargo de la fiscal Diana Salazar.
En esa documentación se revela que, el 22 de junio pasado, la Unidad de Investigaciones de la Policía remitió un informe con el ranking de proveedores de Odebrecht, en el que se incluyen Transpyase S.A. y Serviciconty S.A., como empresas de “fachada”; además de Diacelec y Equitransa, cuyas oficinas fueron allanadas durante el mes pasado.
Con datos del Servicio de Rentas Internas (SRI) y de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) se establecieron varias inconsistencias. Por ejemplo, señala el expediente, Diacelec hizo ventas a Odebrecht por $ 58’845.659, cuando el monto reportado no superaba los $ 52 millones, o que entre 2013 y 2016 recibió transferencias por $ 6’556.380 y realizó pagos por $ 25’901.663.
Uno de los acreedores de Diacelec, Carlos V., tuvo ingresos por $ 278.801, aunque el Reporte de Operaciones y Transacciones Económicas registró $ 60.182. Según las investigaciones fiscales, se trataría de una “actividad inusual”, derivada de “sus funciones como presidente de la Comisión de Licitaciones de Senagua para favorecer a Odebrecht”.
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