Como símbolo de ‘alegría y esperanza’, este fin de semana, la fundación Cecilia Rivadeneira, colocó una peluca sobre el Monumento a la Mitad del Mundo, con el fin de llamar la atención sobre los estereotipos y discriminación que sufren los niños que han perdido el cabello al ser sometidos a tratamientos contra el cáncer.
Colocar una peluca gigante en la esfera calva del monumento a la Mitad del Mundo representa “la alegría y el optimismo” que debe crecer en los niños que intentan superar el cáncer, además de convertirse en un mensaje para el mundo, agregó Wilson Merino, director de la fundación.
Merino añadió, que la iniciativa tiene como finalidad, sensibilizar a la gente acerca del cáncer. Los niños que no tienen cabello como consecuencia de los tratamientos contra el cáncer a los que deben estar sometidos, “se sienten distintos, extraños y se sienten mal”, lo que dificulta su desempeño escolar y en ocasiones les lleva a abandonar el ciclo formativo, por temor al acoso de sus compañeros o por miedo a ser discriminados.
Por tal razón, la fundación que apoya a los niños que padecen esta enfermedad, aspira crear una “Escuela-granja”, la primera en su tipo en el país; este proyecto cuenta con la ayuda del Municipio de Quito y de la Prefectura de Pichincha. Para ello, los trabajadores de la entidad se desplazarán por algunas ciudades (Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra y Portoviejo) a fines de marzo para recolectar ayuda económica de los ciudadanos.
El objetivo de este modelo, que ya se ha aplicado en otros países de América Latina, es construir un espacio “para ellos”, con infraestructuras y servicios adecuados a sus necesidades, con normas de bioseguridad muy altas, atención médica permanente y apoyo psicológico, además de ofrecer un sistema de educación compatible con la normativa del Ministerio del ramo.
Según estadísticas de la fundación, el 87,5% de población con cáncer proviene de familias con ingresos de $ 500 al mes. (I)