Son 146 años que la marca Quaker está presente en el mercado mundial, desde que fue fundada por Henry Seymour y William Heston. En 1877 la nombraron Quaker Mill Company, en Estados Unidos, y fue la primera marca de cereales para el desayuno en ese país.
Su llegada a Ecuador se dio después de la Segunda Guerra Mundial. Fue fundada por Luis Noboa Naranjo, padre de Álvaro Noboa Pontón, quien ha sido candidato presidencial, y de la empresaria Isabel Noboa Pontón.
“Fue fundada con la visión de especializarse en la producción de rubros básicos que garanticen la seguridad alimentaria y aporten al desarrollo nacional”, dice Verónica Barreda, gerente general de Industrial Molinera C. A.
En 1945 es cuando empieza Quaker en Ecuador, según cuenta Ángel Abad, subgerente de Producción. “Tenemos 78 años. Iniciamos en 1945 y éramos una piladora; después de 1960 montamos el primer molino de trigo, y en 1968, el segundo”, asegura Abad, quien además señala que para 1977 ubicaron el primer molino, pero de avena, y ocho años después fue el segundo. Actualmente, la compañía cuenta con cuatro molinos.
Ya con este desarrollo es como surge Super4, unas de las marcas más importantes de harinas de panificación, y comienza la comercialización de Avena Quaker bajo la licencia de Quaker Oats, hoy propiedad de la multinacional Pepsico.
Abad indica que la materia prima es importada. No es de Ecuador. El trigo viene de Canadá, Estados Unidos y Argentina. La avena proviene de Canadá y Chile. “Ecuador no es un país productor de cereal; no hay agroindustria en el país. Esta empresa tiene la fortaleza de que estamos a la orilla del río Guayas y tenemos un muelle; desde origen viene en barco la materia prima y va hasta la planta. Entonces, es una fortaleza”, explica Abad.
Los molinos están ubicados en el sur de Guayaquil, cerca del río Guayas. Con estos surgen productos como la reconocida Avena Quaker: molida, en hojuelas, mix de cereales y saborizadas, como de naranjilla, maracuyá y piña.
“Sobre Quaker recae una responsabilidad importante con el consumidor ecuatoriano, debido a la presencia y consumo en hogares. La marca representa un gran porcentaje de consumo de avena empacada y actualmente está entre las diez marcas más elegidas en el sector de alimentos, de acuerdo al informe de Kantar Brand FootPrint 2023″, dice Barreda.
La ejecutiva señala que, durante la pandemia, Industrial Molinera procuró mantener al abastecimiento. “Esto debido a que su capacidad industrial le permite controlar todo el proceso, desde la compra del grano, recepción en su puerto privado hasta la comercialización, garantizando siempre la calidad y frescura que caracteriza a la marca”, asegura Barreda.
Según la compañía, avena Quaker se consume en promedio cada quince días y estando en ocho de cada diez familias en el país. Su planta de producción cuenta con sistemas de control de calidad y certificaciones en buenas prácticas de manufactura (BPM) y normas HACCP, BASC. En 2023 se certificó con la norma FSSC22 000 en sistemas de inocuidad.
¿Cómo se hace la avena Quaker?
El proceso de elaboración de la avena Quaker dura un poco más de catorce horas, cuenta Abad. Esto se inicia con la compra de la materia prima en el exterior, la cual llega a la planta y es almacenada en silos para su conversación.
Luego pasa por la limpieza para así poder eliminar las impurezas provenientes desde los campos. Una vez realizado este paso, se pasa al descascarillado, en que se separa la cáscara del grano de avena, que es parecido a un grano de un pilado del arroz.
“Seguidamente tenemos el proceso de tostación para dar las características y bondades del producto, que es el color, el sabor y el aroma del grano. Una vez tostado es pasado a un proceso de corte para seccionar el grano en dos o tres partes, como sea necesario”, menciona Abad y añade que, dependiendo de la longitud, se clasifica el grano.
Cuando esté cortado es llevado a una tolva de acondicionamientos para cocinarlo. Después viene el proceso de laminación, que consiste en estirar y transformar el producto en hojuela de avena. “Pasa a un proceso de enfriamiento y podrá ser almacenado en tolva de producto terminado para finalmente ser empacado”, indica Abad.
Avena para niños
Presentaciones de avena Quaker con sabor a fresa, vainilla y original para niños son parte de los recientes lanzamientos de la marca, sostiene María del Carmen Bonifaz, líder de Inocuidad Alimentaria.
“Está fortificado con calcio, hierro, vitamina C, fibra y micronutrientes que ayudan a fortalecer la defensa de nuestros niños”, afirma.
Este producto también pasa por el mismo proceso indicado anteriormente, con la diferencia de que tiene nutrientes acordes al público objetivo y con otros sabores.
“Cada porción de Quaker Niños sería equivalente al calcio que contiene un vaso de leche, el hierro de una taza de espinaca cocida, la vitamina C de media naranja y la fibra de media manzana”, dice Barreda. (I)