El Fenómeno de El Niño y el freno a las actividades minera y petrolera golpearán a la economía ecuatoriana en 2024, que apenas crecerá el 0,8%, según el BCE.
Estancamiento, ese es el escenario para la economía ecuatoriana en 2024, según las últimas proyecciones publicadas por el Banco Central del Ecuador (BCE).
El BCE proyecta un crecimiento para la economía de Ecuador para el siguiente año, de 0,8%.
No son cifras que sorprendan, pues la economía se viene desacelerando, dice José Hidalgo, director de la Corporación para el Desarrollo Económico (Cordes).
De hecho, el BCE prevé que la economía ecuatoriana crecerá apenas 1,5% en 2023, cuando a inicios de año había proyectado una expansión de 2,6%.
Fenómeno de El Niño
Hay varios factores que explican la proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador en 2024, pero el principal es el mal desempeño de las exportaciones ecuatorianas, que caerían en un 7%.
Entre los sectores con peor resultado en 2024 estarán el camaronero, con una caída del 6,4%; y la pesca, con un decrecimiento del 8,6%.
Lo anterior debido a los posibles efectos del Fenómeno de El Niño, que está por llegar a las costas de Ecuador.
Un mal desempeño de la economía también conducirá a una contracción de las importaciones, que caerán en un 3,3%, según proyecta el Banco Central.
ITT tendrá que cerrarse
Otro sector con desempeño negativo es el de petróleo. El Banco Central proyecta que esta actividad caerá 8,2% el próximo año debido al cierre del bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT).
Eso luego de que, en la consulta popular del 20 de agosto de 2023, la mayoría de ecuatorianos votó a favor de mantener el petróleo de esta área en tierra. Petroecuador, la mayor petrolera estatal del país, tiene un año para desmantelar la infraestructura del bloque.
El Gobierno ha advertido que el Estado dejará de percibir USD 1.200 millones al año por ingresos petroleros.
Guillermo Lasso ha dejado entrever que no cumplirá el mandato de la consulta popular en el ITT durante su administración, que concluirá a más tardar en enero de 2023. Será, por lo tanto, el próximo gobierno el que tenga que cerrar los pozos petroleros.
Lo anterior, además, es un factor de incertidumbre para la inversión privada, pues la decisión afecta de manera retroactiva a un proyecto en marcha, dice Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación económica Análisis Semanal.
De hecho, el BCE proyecta que la inversión en el país, tanto pública como privada, retrocederá 0,1% el siguiente año.
Minería retrocede
El escenario para inversión se complica también por decisiones judiciales, dice Alberto Acosta Burneo.
Acosta Burneo hace referencia a la acción de protección interpuesta por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) ante la Corte Constitucional (CC).
El pedido condujo a la CC a suspender temporalmente los procesos de consulta ambiental de 176 proyectos, públicos y privados, valorados en USD 2.000 millones.
Aunque la preocupación del movimiento indígena apunta al sector minero, el pedido de acción de protección paralizó, al final, inversiones en sectores; entre ellos, el hotelero, el turístico e, incluso, el de salud.
Otras obras que tampoco pueden empezar están también proyectos de saneamiento de los municipios.
Lo anterior explica que el Banco Central proyecte un decrecimiento del 2,6% para el sector minero, tras cuatro años de crecimiento consecutivo. Solo en 2023, el sector minero podría cerrar con un crecimiento de 7,6%.
La incertidumbre política también incidirá en el pobre resultado de la economía en 2024. Entre diciembre y enero, asumirá un Gobierno de transición, lo que frenará la inyección de capital privado.
¿Y el consumo de hogares?
Pese al escenario pesimista, el consumo de los hogares seguirá con indicadores positivos.
El Banco Central prevé que el gasto de los hogares crezca 2,3%, aunque ligeramente por debajo del 2,6% previsto para 2023.
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