A pocos días de celebrarse la Navidad, los couriers de Cuenca y Azogues, en el sur del Ecuador, registran alta demanda de clientes. Ellos buscan enviar el tradicional cuy asado, humitas, entre otros alimentos a sus seres queridos que viven en Estados Unidos.
De estas dos ciudades han salido miles de migrantes en los últimos 30 años, en busca de oportunidades de trabajo. A ellos, sus familiares de Ecuador les envían algún detalle en esta fecha especial, como parte de ese vínculo afectivo.
En los exteriores de las agencias de envíos, ubicadas en el Centro Histórico de Cuenca, todos los días –desde hace dos semanas- hay largas de filas de personas que aguardan con canastos, bolsos o cartones y bandejas
Dentro de ellos hay cuyes asados, mote, panes de pascua, tortillas, humitas, tamales, licor, manjar de leche, dulces, queso, bocadillos, quimbolitos, entre otros alimentos típicos de la gastronomía azuaya y cañarense.
En las misma couriers revisan los productos y hacen el empaquetamiento. Esto para evitar que se camufle entre los alimentos sustancias prohibidas. Los envíos son de doble vía. De Estados Unidos los migrantes envían juguetes, ropa y dinero.
“Es una forma de mantener ese vínculo afectivo en nuestras familias y que ellos –a la distancia- vivan estas fiestas como si estuvieran en el país”. Así lo explica Rosa Durazno, oriunda de la parroquia cuencana de Tarqui.
Este sábado 10 de diciembre ella hacía fila en una de las agencias de Corporaciones Unidas, para enviar 10 cuyes y 40 humitas para sus dos hijos que viven en Nueva York. “Todo el año mis hijos me ayudan económicamente y esto es solo mi muestra de cariño para ellos”.
Los hijos de Durazno le han contado que la mayor parte de alimentos típicos sí venden en Estados Unidos, pero que no tienen el mismo sabor y amor que los prepara una madre, una abuela, una hermana o una familiar muy cercano.
Es costumbre que en Estados Unidos, el 24 de diciembre se reúnan las familias para cenar y compartir los alimentos que les han llegado. Es también una forma de mantener viva la tradición ecuatoriana.
Según un trabajador de esta couriers, en diciembre se incrementa notablemente los envíos, con relación al resto de meses. A excepción de Carnaval y el Día de la Madre, que tienen un incremento del 40% en la demanda de encomiendas.
Cada couriers maneja un volumen promedio de paquetería establecido por las empresas aéreas. Pero en esta época todos los días salen con la máxima capacidad y por eso no alcanzan a atender la demanda de los clientes.
Las agencias solo recogen la cantidad de alimentos perecibles que pueden enviar ese día, para evitar que se descompongan. Al resto de clientes les toca volver al siguiente y madrugar para alcanzar el envío.
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