Luego de los resultados de las elecciones de este domingo, el presidente venezolano Nicolás Maduro comienza a gobernar con una Asamblea Constituyente, que regirá por tiempo indefinido y facultades absolutas, para redactar una nueva Carta Magna, a la que la oposición desde ya asegura instaurará en el país una dictadura comunista.
El Gobierno deberá lidiar con una creciente presión internacional. La Unión Europea ha expresado su “preocupación por el destino de la democracia en Venezuela” y “serias dudas” sobre el reconocimiento del bloque al resultado de la Constituyente.
En tanto, Estados Unidos y una decena de países de Latinoamérica anunciaron que desconocerán la Constituyente.
Las protestas hasta ahora han dejado alrededor de 125 muertos en Venezuela, nación que vive una severa crisis con escasez de medicinas y alimentos. Además de una inflación que podría llegar a 720% y una caída del PIB de 12%, según el FMI.
Según Datanálisis, el 80% de venezolanos rechaza la gestión de Maduro y el 72% su proyecto. Sin embargo, el mandatario cuenta con apoyo de los poderes judicial, electoral y militar. (I)