Cada año se requerirán $ 8.000 millones para saldar el déficit fiscal y pagar las amortizaciones de la deuda interna y externa, así lo expresó durante el informe del viernes el presidente de la República Lenín Moreno Garcés. Asimismo, deben garantizarse $ 2.000 adicionales para cumplir con los objetivos nacionales hasta 2021.
Moreno agregó que a estos valores se debe agregar alrededor de $ 15.895 millones por rubros correspondientes a operaciones de corto plazo, pasivos de empresas petroleras, ventas anticipadas de hidrocarburos.
El Primer Mandatario también se refirió a los contingentes que pese a que hoy no son deuda, sí podrían transformarse en obligaciones futuras como la deuda con el IESS (solicitada por la Contraloría) y los incentivos por jubilación a los exservidores públicos.
Algunos analistas consideran la reestructuración de las obligaciones actuales como una opción y no descartan la adquisición de más deuda, incluyendo con los organismos multilaterales.
Entre los planes para mantener y fortalecer la dolarización se han planteado dos alternativas. Una de ellas fue anunciada el viernes por el Ministro de Economía y Finanzas, Carlos de Torre, y se trata de un proyecto de ley de repatriación de capitales “en la que se eximiría de cualquier pago, costo o impuesto que tengan que pagar los tenedores de recursos en el exterior de los ecuatorianos para que traigan esos recursos a nuestra economía”, explicó.
El segundo camino, ya iniciado en la administración anterior, es la potenciación del uso del dinero electrónico, lo que “permitirá multiplicar el circulante y aumentar la liquidez en la economía, ya que será la banca la encargada de esa tarea. La banca es la principal fuente de multiplicar el dinero hasta por diez veces en una economía”, señaló Guido Macas, economista y catedrático. (I)