Para colocar un techo al precio del pan, como anunció el martes pasado el presidente de la República, Guillermo Lasso, sería necesario primero situar un techo a los precios de los insumos que se utilizan para la elaboración de este producto que forma parte del consumo diario de buena parte del pueblo ecuatoriano.

Así lo analizó Wilson Flores, miembro de la Asociación de Panaderos del Ecuador y propietario de la cadena de Panaderías Erick en Guayaquil. El precio del pan popular se mantiene en 12 centavos de dólar, sin embargo, Flores reconoció que ciertas panaderías han subido el precio para compensar en algo el incremento del precio de las materias primas como la harina o las grasas.
Según el empresario, esta semana se dio un nuevo aumento en el precio de la harina que pasó de entre $ 36 y $ 37 a $ 44 y $ 46 los 50 kilos.
“La actitud del Gobierno sería poner un tope a los insumos, un tope máximo a las harinas, grasas, levaduras, entre otros insumos, para posteriormente el sector panadero decir bueno: el pan va a costar 15, 20 centavos, independientemente, lo que justifique el trabajo que hacemos nosotros para tener una rentabilidad como panaderías”, manifestó Flores, quien aseguró que el incremento en el precio de harinas es del 60 % y de grasas bordea el 120 %.
Según la Encuesta Estructural Empresarial del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), cada año la industria panadera comercializa aproximadamente 48.000 toneladas de producto.
En tanto, el incremento de los insumos ya ha sido analizado por la dirigencia de varios gremios panificadores. A finales de marzo en Guayaquil, por ejemplo, en un taller sobre la problemática del sector los representantes de la Junta Nacional de Defensa del Artesano (JNDA), los Panificadores del Guayas, la Asociación de Molineros (Asemol) y la Federación Nacional de la Cadena Productiva del Aceite de Palma (Propalma) expusieron las razones de los incrementos de los insumos y la delicada situación del sector.
Asemol presentó cifras que reflejan que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania también influye en el incremento de costos a nivel mundial, ya que estos dos países son el cuarto y octavo proveedores, con el 12 % y el 4 % respectivamente, de trigo en el mundo; y además son los principales proveedores para la Unión Europea, África y Medio Oriente.
Mientras, en el caso de Ecuador sus mayores proveedores son Estados Unidos y Canadá, que son el quinto y sexto proveedor con el 7 % y el 5 %, respectivamente. Esto porque debido a la escasa producción de trigo nacional, la industria molinera tiene total dependencia de la importación de trigo. En el 2021 la participación del trigo nacional fue de tan solo el 0,92 % frente al 99,8 % del producto importado.
Así, las importaciones de trigo en el 2021 crecieron el 52 % para el consumo humano al pasar de 681.105 toneladas métricas (t) en el 2020 a 784.931 t el año pasado, que fueron captadas por 12 molinos de trigo distribuidos entre las industrias de la panificación y la repostería, que ocupan el mayor tamaño de mercado con el 60 %; fideos (20 %) y galletera (12 %), mientras que para diferentes usos ocupa el 8 %.
Las importaciones de trigo destinadas para la alimentación animal también experimentaron un alza del 48 % al pasar de 499.092 t en el 2020 a 719.732 t en el 2021, captadas por 40 empresas de las industrias avícola, porcina, camaronera y de balanceados.
“A partir del primer trimestre del 2021, tenemos un incremento de precios del 22 % en relación con el 2020 y para el 2022 se estima un incremento del 43 % en relación con el 2021″, sostuvo Asemol, que calcula que más de 110.000 familias dependen directa o indirectamente de la industria harinera.
En cuanto a las grasas, Propalma mostró estadísticas que dan cuenta de la escalada de los precios internacionales del aceite crudo de palma (CPO – Crude Palm Oil). Actualmente una tonelada métrica de CPO se ubica en $ 1.985, cuando en febrero del 2021 se situaba en $ 990 y en febrero del 2020 en $ 595.
Se destacó, además, que el conflicto ruso-ucraniano afecta en la distribución mundial de aceite de girasol, semillas de girasol, trigo, maíz y otros. Ucrania y Rusia representan el 77 % de las exportaciones mundiales de aceite de girasol, lo que ocasiona alta incertidumbre en el mercado.
Esto impacta directamente al consumo local de aceite de palma en el país, que es de aproximadamente 300.000 t por año en los siguientes productos: aceites comestibles (46 %), grasas (23 %), balanceados (21 %), jabones (8 %) y otros (2 %).
En tanto, el impacto de los elevados precios de los insumos ya golpea a las plazas de trabajo en el sector panificador. Según cifras del INEC a nivel nacional, el sector panadero genera cerca de 22.000 plazas de trabajo, sin embargo, Flores aseguró que muchos negocios están cerrando definitivamente por no poder mantenerse con los precios actuales del pan.
El empresario mostró publicaciones de grupos de panificadores que venden sus insumos y maquinarias. “Muchas panaderías están vendiendo sus insumos como harinas, grasas, cerrando porque ya no pueden continuar en la actividad”, lamentó Flores, quien señaló que están expectantes a los anuncios del Gobierno. (I)