La tarde de ayer se llevó a cabo en el Coliseo Rumiñahui en Quito, la apertura y recuento de votos de las 3.865 urnas que fueron objetadas por el movimiento oficialista Alianza País y por la alianza SUMA-CREO, organizaciones finalistas en la carrera hacia el Palacio de Carondelet. Sin embargo, delegados de la alianza CREO-SUMA no asistieron.
De 250 mesas que ofreció instalar el Consejo Nacional Electoral (CNE) para ejecutar el proceso, solo 177 constaban, debido a que el espacio era demasiado estrecho e impedía una movilidad fluida, según explicó Diego Tello, coordinador de procesos electorales del CNE.
Fueron 756 actas revisadas. El procedimiento se llevó a cabo bajo la observación de organismos internacionales, delegados de PAIS y funcionarios del Instituto Geográfico Militar (IGM), quienes constataban que los documentos escrutados sean los que originalmente imprimió esta entidad.
El presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, calificó el recuento como un acto inédito y aseguró que el único fraude que hubo en las elecciones fue el moral, aunque no especificó desde qué sector. “Este proceso es histórico, hoy tendremos la más amplia pluralidad en el control político y social”, aseguró en la inauguración del nuevo escrutinio. (I)
