El Gobierno dio el pasado lunes 6 de julio de 2020 un paso más en el proceso de la renegociación de la deuda en bonos, que asciende a USD 17 375 millones al anunciar los detalles de la propuesta presentada a inversionistas.
El plan contempla emitir tres nuevos bonos que vencerán en el 2030, 2035 y 2040.
Esos papeles reemplazarán a los 10 tipos de bonos que hoy tiene el Ecuador y cuyos vencimientos comienzan en el 2022 y terminan el 2030.
Si se concreta la propuesta, la deuda se pagará con un interés más bajo que el actual.
El promedio actual de interés de ese instrumento es del 9,3%. Con los nuevos bonos, ese costo bajará a 5,3%.
El plazo de pago será más largo. Con la actual estructura, el tramo de deuda termina de pagarse en el 2030, pero con la negociación se terminará recién en el 2040.
El capital se reducirá nominalmente un 9%; pero significa un 52,4% de reducción del valor presente neto considerando todos los beneficios logrados.
Martínez adelantó ayer que un grupo de acreedores que posee cerca del 50% del monto de estos papeles ya dio su aceptación al plan. Para que la propuesta se concrete, los acreedores deben participar en una votación formal.
El plazo para concretar el acuerdo es el 15 de agosto. Para que el planteamiento de Ecuador sea aceptado se requiere decisión del 66% de los acreedores en cada uno de los tramos. Esto rige para todos los papeles, excepto para los tenedores de los bonos 2024, en los que se requiere la aceptación del 75%.
En el grupo de tenedores que aceptaron el planteamiento de Ecuador están cinco firmas Bluebay Asset Management, Wellington Management, Blackrock, Alliance y Ashmore Group.
Los bonos soberanos son papeles que un Gobierno ofrece a inversionistas a cambio de recursos líquidos, que deberán pagarse al final de un plazo determinado.
Mientras se espera el vencimiento del capital, el Gobierno debe pagar cupones de interés mensuales o trimestrales a los inversionistas.
En el 2008, el Ecuador cayó en ‘default’ al no pagar un tramo de su deuda en bonos Global y desde entonces el mercado de capitales se cerró.
No fue sino hasta el 2014 cuando el país pudo volver a emitir estos papeles, aunque con un interés alto en relación con países vecinos como Colombia o Chile, por ser considerado un país riesgoso.
En medio de la crisis derivada de la pandemia, Ecuador consiguió el consentimiento de los bonistas para prorrogar el pago de interés hasta agosto, por USD 1 060 millones, e ir a una renegociación.
Dentro del plan presentado ayer, Finanzas incluyó una propuesta para pagar esos intereses a cinco años desde el 2026. Para ello emitirá un bono con 0% de interés.
En el proceso, Martínez dijo que persigue cuatro principios: alivio en el servicio de la deuda, sostenibilidad en el tiempo, una estructura de obligaciones que evite un ‘default’ futuro y más eficiencia.
El Gobierno trabaja con el asesoramiento de la banca de inversión Lazar Frères, que también acompaña el proceso que emprendió Argentina.
El Gobierno prevé concretar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario, que reemplace el programa del 2019.
52,4%, el descuento al valor presente
Como resultado de todos los beneficios alcanzados en la negociación planteada por el Gobierno, el descuento presente neto (o a valor actual) para los bonos es de 52,4% respecto de su valor. Al inicio, los bonistas esperaban que el descuento o pérdida del valor presente sea del 35%.
Aun así, el planteamiento del Régimen resultó atractivo considerando que en el mercado los bonos ecuatorianos se venden con un descuento promedio del 60% o más.
Ese descuento refleja las mejores condiciones logradas en la renegociación que se harán al pago de intereses, una reducción del 9% al valor del capital y a que los bonistas accedieron a cobrar el capital en un mayor plazo al esperado.
En el caso de Argentina, el país no ha podido llegar a un acuerdo porque ellos proponía un descuento presente neto del 68%, lo cual fue considerado muy agresivo. Ahora, Argentina trabaja en una nueva propuesta.
Intereses se reducen a la mitad
El ‘default’ del 2008 incidió en la tasa de interés de las 10 emisiones de bonos realizadas por Ecuador desde el 2014, que es del 9,2% en promedio. Se trata de un alto costo frente al de los multilaterales, que es del 5% o menos.
En la propuesta de renegociación, el Gobierno espera reemplazar la deuda actual con tres bonos, que tendrán tasas de interés progresivas.
Por ejemplo, el nuevo bono que vencerá en el 2030 comenzará con un interés de 0%, para el 2022 será del 5%, luego seguiría aumentando y en el período del 2026 al 2030 el interés sería del 6,9%. El interés promedio de esos papeles será de 5,3%.
Por la caída del precio del crudo y la incertidumbre por las elecciones presidenciales, el mercado de bonos está prácticamente cerrado para Ecuador. Aunque tras el anuncio de ayer, el riesgo país bajó y marcó 2 783 puntos, una reducción del 15,13% respecto del dato de la última jornada.
Plazos más largos y lapsos de gracia
Sin una reestructuración, los próximos gobiernos deberán asumir un pesado servicio de la deuda. La mayor presión vendrá en el 2027, cuando se deben pagar 3 500 millones.
La propuesta del Gobierno plantea cinco años de gracia para comenzar a pagar el capital y cerca de dos años de gracia para los intereses.
Finanzas resaltó que se buscó que los montos a pagar por capital e interés no superen los USD 2 000 millones entre los años 2021 y 2030.
Luego de ese año, sin embargo, los flujos de pago aumentan, en especial entre el 2031 y el 2035 (ver gráfico). “Habría que tratar de que el próximo endeudamiento público venza del 2035 en adelante, para no volver a ahorcarnos”, dijo Fausto Ortiz, miembro del consejo de asesores del Gobierno. El analista Andrés Vergara cree que el Gobierno debe controlar el endeudamiento a futuro y ser más eficiente en el gasto, para que la deuda sea sostenible.
Capital de bonos bajará en 9,3%
El capital o monto principal de los todos los bonos asciende a USD 17 375 millones.
El 76% de esa deuda corresponde a compromisos adquiridos en este Gobierno, sobre todo entre el 2017 y el 2018.
El plan presentado ayer busca que ese monto se reduzca en USD 1 540 millones.
Francisco Briones, director de la firma Perspectiva, considera que la estrategia adoptada por Ecuador fue más ordenada y con voluntad de las partes, si se compara con la del Gobierno de Argentina, que fue más forzada.
“El acuerdo anunciado es positivo para mejorar la sostenibilidad del endeudamiento público, siempre y cuando se concrete”, indicó.
Aun cuando se consiga, el analista cree que los problemas fiscales continúan con un elevado gasto corriente que debe ser corregido e inversiones de capital que deben coordinarse con el sector privado, a fin de lograr un verdadero alivio y equilibrio fiscal.
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