El vicepresidente de la República, Jorge Glas, declaró ayer en una entrevista radial que Marcelo Odebrecht –quien está sentenciado en Brasil a 19 años de prisión–, lo amenazó tiempo atrás cuando lo fue a ver para conversar sobre la reparación integral de la central hidroeléctrica de San Francisco.
“Vino Marcelo Odebrecht en persona a reunirse conmigo, me hizo una insinuación perversa de que estamos utilizando esto como parte de una estrategia política para hacernos más populares con el pueblo ecuatoriano. Lo boté de mi oficina casi a patadas, le dije: lárguese de aquí y no regrese hasta que responda con esta hidroeléctrica ante mi pueblo y no le acepto sus comentarios. Y este hombre me amenazó, me dijo: ‘Vas a ver, no siempre vas a estar en ese puesto’ y prácticamente lo saqué a empujones”, expresó Glas durante una entrevista en la cadena radial Ecuadoradio.
El vicepresidente agregó que hay dos cosas que no le perdona Odebrecht: haberle expulsado del país y haberle hecho reparar la central hidroeléctrica.
Ante los pedidos de algunos sectores de oposición de que deje sus funciones mientras se realizan las investigaciones del caso Odebrecht, Glas manifestó que no dejará de trabajar porque una empresa corrupta que sabe que le tiene venganza pretende involucrarlo en algo y que todo lo que digan tiene que ser investigado y verificado.
Respecto a su tío Ricardo R. –acusado de asociación ilícita y de recibir sobornos de la firma brasileña–, el vicepresidente señaló que no lo ve regularmente, sino para fines de año, que “muy rara vez” hablaba con él y que la última vez que lo hizo fue luego de que lo agredieron durante la campaña electoral de la primera vuelta. Recordó que trabajó para su tío en TV Satelital.
Glas añadió que una vez que se enteraron de la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos a esa empresa se decidió no pagarle lo pendiente, cerca de $ 100 millones. El vicepresidente dijo estar dispuesto a comparecer a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea si es convocado. (I)