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Las heridas abiertas de la política ecuatoriana

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Assad Bucaram lideraba uno de los más poderosos partidos políticos de la época.

Todo efecto, tiene una causa, toda causa tiene un por qué. Hasta la presente fecha, los ecuatorianos estamos mal acostumbrados a vivir de crisis en crisis, principalmente en el área política. La pregunta es ¿por qué?, ¿cómo así?, ¿qué ha pasado? Bueno hagamos un paseo breve por la historia democrática del país después del paso de los militares.

 

Era el tiempo de Assad Bucaram, quien lideraba uno de los más poderosos partidos políticos de la época, CFP, (Concentración de Fuerzas populares).

 

La dictadura le negó con algún subterfugio su derecho a ser candidato a la presidencia, la que la habría ganado sin ninguna atenuante si hubiera participado. Pero su gran popularidad la hizo a base de un lenguaje procaz, incisivo, ofensivo y hasta denigrante, autocalificándose como LA VOZ DE LOS QUE NO TIENEN VOZ.

 

Las radios eran los canales por los cuales desprestigiaba a sus adversarios, Raúl Clemente Huerta, Otto Arosemena y principalmente descargaba su artillería pesada contra León Febres Cordero, a quien no solo lo atacaba políticamente, sino su honra y dignidad familiar, quizá porque con buen ojo, lo veía ya como el delfín de la derecha política.

 

En estas circunstancias se enfrentan la Derecha aún en formación y sin líder determinado, quien temporalmente encabeza Sixto Duran Ballén contra Jaime Roldós del Populista CFP. Gana Jaime Roldós de manera impecable con un millón de votos de diferencia, la lucha se libraría ahora en el Congreso.

 

Jaime Roldós Aguilera, ganó las elecciones presidenciales de Ecuador de 1978 por una alianza entre el CFP y DP, venciendo en segunda vuelta a Sixto Durán Ballén.

Jaime Roldós, no solo heredó el poder político, sino los adversarios y enemigos de Don Assad. Cuando llegó a la Presidencia en los dos sectores había distancias insalvables.

 

Luego surge Rodrigo Borja, en la Política y se empezó ya hablar de la Social Democracia como ideología de centro izquierda, en el camino fallece Jaime Roldós y asume el liderazgo Abdala Bucaram quien había sido intendente de Policía del Guayas en su Gobierno y con el discurso de que Roldós había sido asesinado inicia la construcción del Partido Roldosista.

 

Para consumar la tendencia fallece Assad Bucaram, y Abdalá asume el liderazgo de todo el Populismo que desorientado no atinaba a encontrar su destino.

 

León Febres Cordero inicia su ascenso político desde el Congreso Nacional, y Abdala enfila toda su artillería pesada contra Febres Cordero ya líder de la Derecha, imputándole las mismas agresiones de tipo personal que su tío Assad había iniciado.

 

Este estilo agravó las diferencias entre estos dos líderes que ya rebasaba el campo político hasta el odio personal. Así Bucaram heredó la fuerza populista del CFP y también todos sus adversarios y enemigos personales y Febres Cordero el espacio político de la derecha, y tres frentes que enfrentar el Populismo de Bucaram, El Socialismo de Borja y el Gobierno de Hurtado, ya que este inclinaba su influencia hacia los adversarios de Febres Cordero acogiéndose a la política del “enemigo de mi enemigo es mi amigo”.

 

Ya las heridas entre estos sectores era cada vez más profunda, ya que se imputaban desde magnicidio hasta desfalcos, pasando por infidelidad y homosexualidad.

 

León Febrés Cordero ganó las elecciones presidenciales del país, el 6 de mayo de 1984 (segunda vuelta) junto a su binomio Blasco Peñaherrera. Durante un debate televisivo entre él y Rodrigo Borja, le dijo a su rival: “Cuando le hable, míreme a los ojos Señor Borja”.

Luego Febres Cordero, disputa la Presidencia contra Rodrigo Borja, en una inédita confrontación ideológica entre la derecha y el socialismo y termina ganando Febres Cordero, después de haber salido perdedor en la primera vuelta electoral, agregando una estrategia novedosa hasta el momento “LA VISITA PUERTA A PUERTA”, claro después de haber ofrecido al pueblo con un espectacular juramento PAN, TECHO Y EMPLEO.

 

Por principios políticos y “Orgullo Intelectual”, Borja se lanza a la oposición total, aliándose con los enemigos políticos y personales de Febres Cordero: Abdala que ya era Alcalde de Guayaquil y todas las fuerzas políticas de izquierda que se atomizaron en torno a Borja.

 

Las heridas estaban abiertas, era más que un delito político un pecado mortal, ver a estos líderes juntos hablar de los temas del país. Siempre estaban de espaldas. Cada uno por su lado. Era el estilo de la época.

 

Borja con la Alianza de Bucaram le garantizaba espacio en Guayaquil, por lo que Febres Cordero ataca el corazón de la fuerza de Borja en Guayaquil y obtiene la destitución del alcalde Bucaram y el prefecto Roldosista, y deja sin piso a Borja, concomitantemente se lanza a ocupar ese espacio político. Más por carecer de un heredero de la tendencia pierde las elecciones y Borja asume el poder.

 

Febres Cordero inteligente, valientemente y sin temor a sus poderosos enemigos políticos, Bucaram, Los Alfaro Vive, Frank Vargas, Oswaldo Hurtado, y todas las Fuerzas de Izquierda, se atrinchera en Guayaquil en calidad de alcalde. Borja trata de quebrar su fuerza y lo pone a prueba con una maniobra en la Corte Suprema de Justicia que le dicta una orden de Prisión. Febres Cordero sabiendo que era el momento de “ser o no ser” lo invita a “pelear en la calle” a Borja, moviliza miles de ciudadanos dispuestos a matar y morir, la Corte Suprema rectifica su providencia ante una inminente conmoción nacional que desestabilizaría al mismo Borja y los poderes que controlaba entre ellos la Justicia. Las heridas seguían abiertas.

 

Sixto Durán Ballén es el mandatario más longevo del Ecuador al asumir el mando a los 71 años de edad. Ganó las elecciones presidenciales el 5 de julio de 1992.

Luego Sixto Duran Ballén se desmarca de la tendencia, en virtud de no contar con el poderoso apoyo de Febres Cordero quien prefiere a Nebot, y se lanza con sus amigos a la Presidencia. Se divide la derecha y enfrenta a Borja con todas las fuerzas de la izquierda y a Bucaram y gana Sixto la presidencia, también hereda todos los represados sentimientos de odios de sus exaliados políticos.

 

La división de la derecha se agrava por cuanto Dahik, Binomio de Sixto, dice que hay dos clases de derecha “LA DERECHA DERECHA Y LA DERECHA TORCIDA”, dejando en la ‘Torcida’ a Febres Cordero. La cierta familiaridad entre Sixto y Febres Cordero impide por principios a éste último atacarlo de frente por parte del mismo sector, pero Febres Cordero no iba a perdonar a Dahik su exministro y ahora Vicepresidente de la República, y en una espectacular y obsesiva persecución, sin tregua, pausa ni cuartel, sin arredrarse contra el poder que ahora ostentaba Dahik, lo lleva al Congreso, la petición de su partido era la destitución atacándolo de corrupto y otras cosas. Solórzano, presidente de la Suprema Corte acorta el combate y dicta orden de prisión contra Dahik, dando por terminada la vida política del Vicepresidente, quien piloteando su propia nave sale en un viaje para no volver, a Costa Rica. Las heridas siguen abiertas.

 

Ya despejado el camino. La derecha vuelve a componerse y reconstruye la tendencia. La izquierda no tiene figura que reemplace a Borja, y se consolida el Populismo con Bucaram a la cabeza, y se enfrentan otra vez los dos sectores como en el principio, Nebot por Sixto y Bucaram por Roldós. Los odios superaban las diferencias políticas. Bucaram acusado de loco en la Asamblea con 44 votos es destituido a los seis meses de su mandato y reemplazado por Fabián Alarcón, interinamente, quien era presidente del Congreso y no existía dicho cargo en la Constitución.

 

De allí para acá el caos fue el pan nuestro de cada día. El país cayó en un laberinto de pasiones y un estado de ambiciones, donde los intereses personales superaban los del país, las ambiciones, las ideologías y la corrupción a la ley.

 

Fabián Alarcón padre de muchos nuevos millonarios, cuya corrupción entró en competencia con el resto de sus sucesores, fue reemplazado por Jamil Mahuad, autor del Feriado Bancario quien abandonado por sus mentores también huyó del país, lo reemplazó Gustavo Noboa, y a este Lucio Gutiérrez, y a este Alfredo Palacios, este último el mejor presidente de todos los tiempos, a quien gracias a su poderoso sucesor, el actual presidente Rafael Correa, “nadie ha dicho una palabra”, es como si hubiera gobernado Francisco (el papa). Algún día escucharemos historias.

 

Los odios no han cerrado las heridas, El MPD no le perdonará a Correa haberlos borrado del registro de partidos en el CNE, el Roldosismo acostumbrado a denunciar incumplimiento de pactos, tampoco. Lucio contra Correa, los descendientes de Febres Cordero no olvidarán haber puesto la imagen de su padre con la de Pinochet en una pared, Álvaro Noboa también tiene varios temas que recordarle a algunos políticos. Aquí la guerra de todos contra todos continúa. Este es el país que heredamos… ¡VIVA LA REPÚBLICA!

 

Por: Carlos Chiriboga